Encontrándome detenido en la Comisaria Primera de Lujan provincia de Buenos Aires, un lugar al que me habían trasladado desde Suipacha inaugurando así las nuevas instalaciones, pude apreciar como cambia la conducta humana de acuerdo a las condiciones de vida. Quiero compartir esta experiencia con ustedes para que reflexionen.-
El lugar era considerado de máxima seguridad, con paredes de hormigón, cámaras de seguridad que monitoreaban las veinticuatro horas nuestros movimientos y un guardia permanente encerrado en los pasillos tan preso como nosotros. Lo primero que nos hicieron al ingresar fue despojarnos de todas las pertenencias entregándonos colchones anti flama, una frazada, y una ración de comida al medio día y otra a la noche. Teníamos veinte minutos de visita a la semana (el que tenia familia en lujan), a través de un vidrio y con un comunicador telefónico. Verdaderamente era torturante, parecíamos pollitos, al abrir la reja que oíamos pero no veíamos nos acercábamos por que seguro era la comida.
Así los días eran interminables y nada rompía la monotonía del lugar las horas no se sabían se calculaban, no había radio, televisión, diarios nada que nos diera noticia del mundo exterior. La cuestión es que me puse a pensar en algo que hacia que a pesar de todo lo que no teníamos se podía apreciar, la solidaridad, el compañerismo, la comprensión, eran moneda corriente, solo un enemigo en común “El sistema que nos encerraba”. Me asombraba tanta paz como en ningún lugar, tratando de descubrir el porque de esa comunión me di cuenta de una cosa que luego pude comprobar, ERA LA IGUALDAD LAS QUE NOS UNIA, ERA EL SER TODOS IGUALES ANTE LA LEY, LO QUE NOS FORTALECIA PARA AYUDARNOS MUTUAMENTE CUANDO ALGUIEN SE DEPRIMIA.
Meses mas tarde el régimen se flexibilizo y permitieron que la familia traiga ropa, comida, radios,TV, etc.
lógicamente no todos tenían visita, así que el paria seguía comiendo “rancho” (comida que da la institución), el que tenia visita comía bien y aunque quisiera compartir no alcanzaba, no falto mucho para que comiencen las injusticias, comenzaron los robos, las peleas, las discordias, y yo comprobé que la LA VIOLENCIA NACE DE LA DESIGUALDAD.-
Por :Nestor Gimenez